Las personas inquietas, buscamos distintas “excusas” o ideas
para descubrir o entrar en nuevos mundos. El mundo submarino siempre lo
asociamos a la flora y la fauna de una zona concreta; pero hoy me gustaría
remarcar otro tipo de descubrimiento submarino: el mundo de los barcos
hundidos.
La Costa Brava es un lugar donde se pueden visitar varios
barcos hundidos, algunos están sumergidos des de tiempos de los romanos o griegos y otros
más recientes. Unos hundidos por algún problema técnico y otros simplemente se han hundio buscando crear una biótopo (área de condiciones ambientales uniformes que provee espacio vital a un conjunto de flora y fauna)
Os propongo la siguiente ruta submarina para descubir y
encontrar los barcos:
En la zona más al norte, el Cap de Creus, en la vila de
Cadaqués, podemos encontar el Llanishen,
un barco inglés que se hundió el 1917 por el alcance de un torpedo. El estado
actual no es muy bueno de visitar, hay muy pocos restos para observarlo.
Un poquito más hacia el sud, concretamente en l’Estartit se
puede visitar los restos del Reggio Messima un transbordador de 122 m de eslora,
17m de manga y 6m de calado. Este inmenso barco inicialmente estaba indicado al
transporte de trenes (todavía se pueden ver los raíles) yace en las
inmediaciones de la cala Foradada entre
32m y 35 m. El Reggio se partió en tres
partes y su estado es bastante deteriorado. Es una inmersión para personas expertas y todavía así deben vigilar en todo momento
el tiempo de inmersión para evitar largas descompresiones.
Hacia más el sud en Palamós, podemos visitar los restos arqueológicos de un trencahielos Alemán el Boreas. Fue un barco que fue construido durante la II GM y estuvo en activo hasta el 1980 donde fue vendido como chatarra; pero el barco fue dado de alto de nuevo a Panamá con una empresa que hacia un tipo de negocios un poquito dudosos, y en 1985 fue capturado en las costas de Begur con 600 Kg. De hacís. El barco estuvo 3 años en el puerto de Palamós y fue cuando la empresa Nautilius pensó en hundirlo al mar para crear un biotipo artificial, buscando la mejor ubicación, limpiando todos los posibles restos contaminantes para crear una nueva atracción submarina turística. Después de 6 meses e intenso y duro trabajo, el 1989 se procedió al hundimiento del Boreas por la empresa Nautilius. Para los amantes del mundo submarino es una buena oportunidad de visitarlo ya que está en una profundidad de fácil acceso para los submarinistas entre 17 i 31m. , el barco aún se conserva en perfecto estado y se puede visitar el interior. Es una experiencia totalmente única y espectacular.
Este es un breve detalle de lo que yace en nuestro fondo submarino,
pero hay muchas más riquezas submarinas para visitar. Vamos a planificar más rutas
en próximas entradas.
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